Gestión del patrimonio

Creo que antes de empezar a invertir en Bolsa hay que establecer los objetivos que se quieren conseguir. Mucha gente habla de “meter dinero en la Bolsa” como si fuese algo único, algo que todo el mundo hace de la misma forma porque no ofrece variantes. Una vez que se “meten en Bolsa” sólo buscan “cuál es la acción que más va a subir en los próximos X días/meses/años”. En mi opnión esto es equivalente a que alguien dijera “quiero dedicarme a la construcción”, pero no supiera realmente de qué quiere trabajar; albañil, arquitecto, secretaria de una constructora, vendedor inmobiliario, instalador de aire acondicionado, etc.

Considero que hay multitud de formas válidas de invertir (o hacer trading) en Bolsa, cada una con unos objetivos y unas estrategias diferentes que no pueden intercambiarse entre sí. Igual que no tendría sentido hacer la carrera de arquitecto para querer trabajar como instalador de aire acondicionado, por ejemplo.
Primero hay que decidir qué parte del patrimonio va a dedicarse a la Bolsa (española, USA, inglesa, zona euro, etc), renta fija e inmuebles. No sólo del patrimonio que ya se tenga, sino también del dinero que se pueda ahorrar todos los meses, ya que la constancia en el ahorro y la inversión es una de las claves para lograr los objetivos que cada uno se haya propuesto. La ventaja de la Bolsa y de la renta fija es que no tienen una cantidad mínima para empezar a invertir, a diferencia de los inmuebles, por lo que se adaptan mucho mejor a los patrimonios bajos, ofreciendo una mayor diversificación, facilidad de gestión y rentabilidad. Después hay que decidir la estrategia o estrategias que se van a utilizar en cada tipo de inversión elegido. Por ejemplo, la persona que decida invertir en inmuebles puede elegir entre comprar pisos para alquilarlos o reformarlos y revenderlos, comprar plazas de garage o locales para alquilar, etc. Estas estrategias no son excluyentes, por lo que una persona podría dedicar el 30% a comprar pisos para alquilar, el 50% a reformar y revender pisos y el 20% a alquilar plazas de garage y otra persona podría dedicar un 70% a locales en alquiler y otro 30% a plazas de garage, por ejemplo. Con la Bolsa y la renta fija sucede algo similar, existen muchas estrategias con infinitas posibilidades de combinación. La flexibilidad de la Bolsa y de la renta fija benefician especialmente a los patrimonios bajos también en este punto.

En la sección de Estrategias de inversión se presentan varias alternativas para de invertir en Bolsa, con diferentes niveles de riesgo, dificultad, etc. La elección de unas u otras (así como el porcentaje del capital dedicado a cada una de ellas) debe realizarse de forma totalmente personalizada, ya que la gestión del patrimonio es una de las tareas más importantes en la vida de una persona. Las clasificaciones de los inversores en “Conservadores, moderados o arriesgados”, “menores de 30 años, menores de 50 y jubilados” o “hasta X euros, hasta Y euros, más de Z euros de capital, etc” probablemente no se adaptan bien a nadie. Cada persona es distinta y la gestión del patrimonio debe adaptarse a las necesidades y objetivos de cada uno, no al revés. Hay muchos factores que deben tenerse en cuenta:

Edad
Patrimonio actual
Ingresos actuales y previsión futura de ingresos
Necesidad o no de obtener una renta de forma inmediata para hacer frente a los gastos diarios.
Nivel actual de gastos y posibilidades o no de reducirlos, así como la previsión de su evolución en el futuro.
Disponer o no de una vivienda en propiedad. En caso de estar hipotecada hay que tener en cuenta el tiempo que resta de hipoteca, así como su importe mensual.
Nivel de vida que se desea llevar en el futuro (de una forma sensata y realista).
Estar soltero o casado, tener hijos (y su edad) o no tenerlos.
Etc.

Lo más importante es darse cuenta de que realmente todo el mundo puede cambiar su vida de forma significativa si se preocupa por estos temas. Es más fácil de lo que parece, y no es necesario tampoco dedicarle mucho tiempo. No hay que tener mucha inteligencia, ni saber mucho de matemáticas, etc. Cualquiera, literalmente, puede obtener muy buenos resultados dedicándole un poco de tiempo a la gestión de su dinero y actuando con sentido común y prudencia.

En realidad, más que “cualquiera puede” debería decir “cualquiera debe”, porque esto, gestionar su propio dinero, es algo que todo el mundo hace, y que todo el mundo tiene que hacer durante toda su vida. Incluso aunque nunca se haya parado a pensar en ello, o crea que “eso de gestionar dinero es cosa de otros, no mía”. Es imposible vivir sin gestionar dinero, y la diferencia entre los que tienen buenos resultados y se crean un buen patrimonio y los que “nunca llegan a fin de mes” fundamentalmente es una diferencia de actitud, no de tener muchos o pocos ingresos. Es más importante tener la actitud correcta y darse cuenta de todo lo que se puede conseguir con una gestión correcta del dinero que tener unos ingresos elevados.

Como es imposible vivir sin gestionar dinero, es mejor dedicarle un poco de tiempo a este tema para hacerlo bien, porque además de los beneficios económicos, el tiempo dedicado ahora supondrá mucho más tiempo libre en el futuro, y de mayor calidad.

Y los beneficios de interesarse por cómo gestionar el dinero que se ingresa y el que ya se tiene no son sólo económicos, sino que se extienden a muchos otros campos, como el de la salud. Aprender a gestionar su dinero le da a la persona un mayor control sobre su vida, además de que le hace tener unos objetivos, de todo tipo, mucho más claros. Todo ello reduce el estrés, que es la principal causa de muchas enfermedades y molestias de todo tipo. La mejora en el estado de ánimo también se ve reflejada en las relaciones personales, en el trabajo, etc.

Aprender a gestionar su dinero será una de las mejores decisiones de su vida, y una de las que más le cambiará la vida, para bien, por supuesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.