Estrategias sencillas

Comprar un índice amplio a intervalos regulares de tiempo


La estrategia consiste en comprar participaciones de un fondo índice o un ETF que replique a un índice a intervalos regulares de tiempo. La estrategia debe hacerse con un índice amplio del mercado, es decir, un índice que represente el conjunto de la economía de un país o un continente y no solamente un sector concreto. Estos índices son los más conocidos; Ibex 35, SP 500, Eurostoxx 50, DAX, CAC 40, Footsie 100, etc.

Las premisas que llevan a elegir esta estrategia son:
El conjunto de la Bolsa es una buena inversión a largo plazo

El horizonte temporal del inversor es muy largo, preferiblemente a partir de 20 años.

El inversor no sabe, no quiere o no puede analizar empresas de forma individual y quiere evitar los riesgos que supone hacer una mala elección y sufrir un quebranto importante en la cartera.

Se quieren reducir los riesgos de invertir en Bolsa al mínimo
El plazo de esta estrategia debe ser muy largo (20 años o más) porque se parte de la base de que el inversor no entra a valorar, por las razones que sea, si la Bolsa está barata o no. Eso no quiere decir que esta estrategia tarde siempre mucho tiempo en ser rentable, porque si se inicia en un buen momento de mercado puede ser rentable desde el primer momento. Pero si se inicia en un momento en que la Bolsa está cara necesitará tiempo para dar rentabilidad al inversor.

La compra se realiza a intervalos regulares de tiempo porque el inversor no opina sobre cuándo es bueno comprar o no. Por eso la mejor solución en este caso es comprar la misma cantidad de dinero cada mes, trimestre, etc. Evidentemente esa cantidad puede variar a lo largo de la vida del inversor; si sus ingresos aumentan puede aumentar dicha cantidad y si disminuyen puede reducirla. Pero no debe variarse la cifra a invertir constantemente arriba o abajo en función del miedo o codicia que sienta el inversor en cada momento.

El mantener constante la cifra a invertir en primer lugar es coherente con las premisas de la estrategia, lo cual es muy importante; el inversor no opina sobre si el mercado está barato o caro.
En segundo lugar mantener esta disciplina supone que se invertirá más cuando la Bolsa esté barata y menos cuando esté cara, sin realizar ningún tipo de análisis ni tener el más mínimo conocimiento sobre Bolsa. Lo veremos con un ejemplo:

Supongamos un ETF que replica a un índice y cuya participación vale 1.000 veces menos que el índice. Si el índice está en 10.000 el ETF estará en 10 euros y si el índice está en 5.000 el ETF estará en 5 euros. Si compramos la misma cantidad de dinero en 2 veces, una con el índice en 10.00 y otra con el índice en 5.000 puede parecer a primera vista que tenemos un precio medio de compra de 7,5 euros (10 + 5 / 2 = 7,5) pero esta percepción es errónea.

Si compramos 1.000 euros cuando el ETF está en 10 euros comparemos 100 participaciones, y si compramos otros 1.000 euros cuando el ETF está en 5 euros compraremos 200 participaciones. El resultado es que tenemos 300 participaciones que nos han costado 2.000 euros, lo que supone un cambio medio de 6,66 euros por participación.(2.000 / 300 = 6,66), no de 7,5 euros. Por esto, entre otras cosas, es tan importante mantener la disciplina y comprar siempre la misma cantidad de dinero.

Debe quedar muy claro que la aplicación automática de la estrategia, sin necesidad de tomar ningún tipo de decisión ni tener ningún conocimiento sobre Bolsa, produce este beneficioso efecto de comprar más cuando la Bolsa está más barata.

Primero debe decidirse si realizar la estrategia con un ETF o con un fondo de inversión según las características de cada uno.

Después hay que decidir el importe de cada compra individual. Si se realiza con fondos de inversión la cantidad puede ser prácticamente cualquiera porque no suelen tener comisiones de compra. En caso de utilizar ETF's deben tenerse en cuenta las comisiones de compra para que no representen una cantidad demasiado elevada respecto a la cantidad que se invierte. En general cuanto más frecuentes sean las compras mejor porque la diversificación temporal es mayor, teniendo siempre en cuenta el coste de las comisiones.

Un tema muy importante es diseñar la salida de esta estrategia. Debido al largo plazo que se necesita es frecuente que se utilice para la jubilación, por ejemplo. En ese caso el inversor debe plantearse qué va hacer para disfrutar el dinero acumulado en el momento en que se jubile.

Una de las ventajas de utilizar los ETF es que pagan dividendos. A lo largo del tiempo los dividendos se pueden reinvertir en comprar más participaciones y, en el momento de disfrutar del dinero puede optarse por “vivir de las rentas” (de forma total o parcial, según el caso). Es decir, continuar cobrando los dividendos y gastarlos en lugar de reinvertirlos, dejando las participaciones en herencia igual que se dejan los pisos. En este caso pueden realizarse compras hasta el mismo momento de la jubilación. Y, por supuesto, en todo momento desde el inicio de la estrategia pueden utilizarse los dividendos para consumo personal, pago de hipotecas, etc. en lugar de reinvertirlos.

Pero si se invierte en un fondo de inversión no hay más remedio que vender participaciones en algún momento si se quiere disfrutar de ese dinero. Esta parte tiene su dificultad, y no es pequeña. Hay varias opciones:

Pasar el fondo de inversión a un fondo de renta fija el día de la jubilación. Esto tiene el problema de que la Bolsa esté muy barata el día de la jubilación y se venda en un mal momento.

Pasar el fondo de renta variable a uno de renta fija de forma gradual en los 5-10 años anteriores a la jubilación. Se evita el vender todo en un mal momento pero también puede reducirse la rentabilidad total por estar menos tiempo en renta variable.

Mantenerse en renta variable aún después de la jubilación e ir haciendo reembolsos periódicos. en este caso no se está vivendo de las rentas sino del capital, lo cual supone que el capital va disminuyendo progresivamente, a no ser que las cotizaciones subieran claramente y de forma constante, cosa que no suele suceder.

Etc.

Este problema de la salida cuando se utilizan fondos de inversión es muy importante y difícil de resolver de forma satisfactoria. Cualquier solución que implique el paso a renta fija tiene el problema de la inflación, y si el inversor vive muchos años puede tener problemas para mantener su nivel de gasto antes de lo que piensa mucha gente. Por otra parte mantenerse en renta variable y hacer reembolsos supone “vivir del capital” y no “de las rentas”, lo cual también puede ser un problema si el inversor vive muchos años y le toca un período bajista de cotizaciones prolongado en sus últimos años de vida.

Debido a esto creo que es preferible utilizar los ETF's por el hecho de que pagan dividendos. Además tienen otras ventajas.

Esta diferencia a la hora de salir entre fondos de inversión y ETF's es común a todas las inversiones que den una rentabilidad (dividendo, alquiler, etc.) o no la den, por lo que creo que siempre es preferible, salvo excepciones, decantarse por aquellas inversiones que ofrezcan algún tipo de renta.
Siempre que se venda hay que tener en cuenta la fiscalidad, que puede suponer un recorte importante del patrimonio del inversor.

En caso de que se reinviertan los dividendos en la compra de más paticipaciones del ETF la rentabilidad final a largo plazo será mucho mayor que si no se reinvierten.
Esta estrategia se denomina “Dollar cost averaging”.
Si el inversor es capaz de tener un opinión sobre si el momento es bueno o malo quizá prefiera otras estrategias más elaboradas.





Comprar una cartera representativa de un índice a intervalos regulares de tiempo


Esta estrategia es una variante de la de Comprar un índice amplio a intervalos regulares de tiempo. La diferencia es que en lugar de hacerse con fondos de inversión o ETF se hace comprando acciones directamente. En lo referente a razones para elegir esta estrategia, plazo de la misma, forma de salir, etc. es válido lo dicho en la estrategia de Comprar un índice amplio a intervalos regulares de tiempo.
Para replicar un índice perfectamente habría que comprar todas las acciones que componen dicho índice, lo cual no es factible para una cartera mediana o pequeña por el coste en comisiones.

Es posible llegar a una solución de compromiso. En lugar de comprar todas las acciones del índice se pueden comprar las 10 ó 15 más grandes. Esto tiene un coste elevado para carteras pequeñas pero asumible para carteras medianas. La frontera a partir de la cual merece la pena o no utilizar esta estragia frente a los ETF por el coste en comisiones depende del broker que se utilice y las comisiones que cobre en ese momento, que van variando a lo largo del tiempo. Es algo que debe analizar cada inversor por sí mismo.
El problema de las comisiones se debe a que estamos sustituyendo la compra de un ETF o un fondo de inversión por la compra simultánea de esas 10-15 empresas cada vez que se realice una compra. Por supuesto, es posible comprar esas mismas 10-15 empresas de forma escalonada en lugar de todas de golpe, pero en ese caso estamos hablando de otras estrategias, no de la aquí presentada.

Las 10-15 empresas más grandes del Ibex 35 tienen en conjunto un comportamiento muy similar al del Ibex 35, ya que suponen la mayor parte de dicho índice. En otros índices como el CAC 40 de París o el DAX Xetra de Francfort sucede más o menos lo mismo. Cuanto mayor sea el número de empresas que compongan el índice más difícil es utilizar esta táctica porque el número de empresas necesarias para replicarlo de forma aproximada aumenta. Por ejemplo, el SP 500 lo componen 500 empresas y las 10-15 más grandes tienen un peso conjunto muy pequeño en comparación con el caso del Ibex 35, por lo que esta estrategia no es válida para el SP 500.

Las ventajas de utilizar esta estrategia respecto a comprar todo el índice mediante un ETF o fondo de inversión son:

Las comisiones que se pagan (compra, mantenimiento, otros costes de los fondos y ETF's, etc.) son inferiores, siempre a partir de cierto umbral como se ha comentado anteriormente ya que para carteras pequeñas el coste en comisiones de esta estrategia puede ser muy elevado y motivo suficiente para descartarla.

Los dividendos que se cobran son mayores que en un ETF al eliminar al intermediario (el ETF) y sus gastos asociados. Los fondos de inversión no suelen repartir dividendos.
La diferencia en rentabilidad a largo plazo de estos factores (menos comisiones y más dividendos) tienen un efecto significativo en la rentabilidad.

En el caso concreto del Ibex 35, y posiblemente de otros índices, hay que añadir un factor muy importante; las mayores empresas suelen ser las que tienen una rentabilidad por dividendo más alta, más estable y con mayor crecimiento a largo plazo. Este factor también es decisivo para la rentabilidad final.
En caso de que se reinviertan los dividendos en la compra de más acciones la rentabilidad final a largo plazo será mucho mayor que si no se reinvierten.

La desventaja de esta estategia es la ya citada de las comisiones. En caso de que el tamaño de la cartera permita la utilización de esta estrategia creo que es más interesante que la compra de ETF o fondos de inversión por su mayor rentabilidad por dividendo, que muy probablemente se reflejará también en una mayor revalorización del capital.

La seguridad de la estrategia es prácticamente la misma que la compra del índice entero en casos como el del Ibex 35 por la razón ya citada de que estas 10-15 empresas más grandes representan casi todo el índice. Si alguna de ellas tuviese un comportamiento muy malo afectaría prácticamente lo mismo a un inversor que compre un ETF o un fondo de inversión que a los que utilicen esta estrategia.
En algunos casos es posible realizar esta estrategia espaciando algo más las compras. Por ejemplo, en algunos casos no sería posible comprar esta cesta de acciones todos los meses pero sí cada 3 ó 4 meses.
Lo habitual es comprar la misma cantidad de cada empresa. Por ejemplo, si cada vez se compran 10.000 euros y la cesta la componen 10 empresas se compran 1.000 euros de cada empresa. Esto hace que el comportamiento de la cesta difiera en mayor o menor medida del índice porque estamos dando el mismo peso a todas las empresas cuando en el índice cada una tiene un peso diferente. La diferencia respecto al índice por este motivo puede ser positiva o negativa, según el momento. Aún en los momentos en que la diferencia sea negativa la estrategia me sigue pareciendo correcta a largo plazo. Para acercar la rentabilidad de la cesta al índice se podrían comprar cantidades distintas de cada empresa, por ejemplo 1.500 euros de las 5 más grandes y 500 euros de las 5 más pequeñas que en total seguirían sumando los 10.000 euros del ejemplo, o cualquier otra combinación que establezca el inversor.

Históricamente las 10-15 empresas más grandes del Ibex 35 han tenido mejor comportamiento que el índice entero a muy largo plazo, tanto en rentabilidad del capital como en rentabilidad por dividendo, incluso dando el mismo peso a todas ellas.



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