Estrategias elaboradas

Formar una cartera de valores a largo plazo mediante compras discrecionales


Esta estrategia es muy similar a la de Formar una cartera de valores a largo plazo con compras a intervalos regulares. La única diferencia está en que el inversor elige siempre el momento de la compra.

La elección entre estas 2 estrategias depende de los conocimientos y experiencia del inversor. Eligiendo los momentos de compra se puede obtener una rentabilidad superior que con la estrategia de compras a intervalos regulares, pero es más complicada de llevar a cabo en la práctica. Uno de los riesgos que se corre es el de no elegir bien esos momentos de compra y perderse subidas importantes o invertir una gran parte de la liquidez disponible antes de caídas significativas.

Para tomar las decisiones de compra se deben utilizar el análisis fundamental, el análisis técnico y las velas japonesas, mejor si es de forma combinada.

El inversor que opte por elegir los momentos de compra debe ser capaz de dominar la codicia y el miedo porque estos son 2 de los principales obstáculos de esta estrategia.
Los mejores resultados se obtienen cuando se invierte a muy largo plazo, pero esta estrategia puede utilizarse en plazos más cortos, siempre dependiendo de los conocimientos del inversor.





Vender puts y call sistemáticamente


Esta estrategia consiste en vender opciones put y call continuamente, teniendo siempre el dinero necesario en caso de que la put sea ejercitada o las acciones correspondientes en caso de que la call sea ejercitada.
El riesgo de esta estrategia es inferior al normal de comprar y vender acciones.

Las acciones se mantienen en cartera a medio plazo, ya que las call vendidas pueden ser ejecutadas en cualquier momento y eso supondrá la venta de las acciones.

Las acciones que se elijan para realizar la estrategia deben seleccionarse mediante el análisis fundamental. El momento para comprar dichas acciones y vender las opciones se decide mediante el análisis técnico y/o las velas japonesas.

Las posciones se pueden iniciar de 2 formas:

Vendiendo opciones put: Si al vencimiento no son ejercitadas se vuelven a vender nuevas opciones put, que pueden ser sobre otras empresas y precios de ejercicio o los mismos, dependiendo de la situación del mercado en cada momento. En caso de que las put sean ejercitadas se comprarán las acciones e inmediatamente se venderán opciones call sobre dichas acciones.

Comprando acciones y vendiendo opciones call: Si al vencimiento las call no son ejercitadas se vuelven a vender nuevas opciones call sobre esas mismas acciones. Si las call son ejercitadas se venden las acciones y con el dinero obtenido se inician nuevas posiciones, bien vendiendo opciones put o bien comprando nuevas acciones y vendiendo nuevas opciones call sobre ellas.

La volatilidad de esta estrategia es inferior a la de la compra-venta de acciones normal y corriente por los ingresos constantes que se obtienen por las opciones vendidas.
El precio de ejercicio de las opciones debe elegirse de acuerdo a la visión del mercado del inversor. Cuanto más alejado esté el precio de ejercicio de la cotización de las acciones en el mercado menos probable es que se ejerciten las opciones, y también es menor la prima que se cobra. En este punto hay una diferencia importante entre las call y las put:

Put: Cuanto más alejado esté el precio de ejercicio menor es la rentabilidad máxima que se puede obtener, ya que la rentabilidad en este caso está constituída únicamente por la prima cobrada.

Call: Cuanto más alejado esté el precio de ejercicio menor es la prima que se cobra, pero mayor es la rentabilidad máxima que se puede obtener porque no sólo viene dada por la prima cobrada sino también por la distancia entre la cotización y el precio de ejercicio. Por ejemplo, si compramos acciones de Telefónica a 10 euros obtendremos una prima menor si vendemos la call 11 que si vendemos la call 10,50. Pero si las acciones de Telefónica suben por encima de 11 euros en caso de haber vendido la call 10,50 las venderemos a 10,50 euros y si hemos vendido la call 11 las venderemos a 11 euros.

Esto hace que la diferencia en cuanto a riesgo y rentabilidad entre ambas opciones sea que vendiendo put el riesgo es menor en caso de que caiga el mercado (porque se tendrán compradas acciones a un precio inferior que con la otra alternativa) pero la rentabilidad máxima es menor. Comprando acciones y vendiendo call sucede lo contrario, si el mercado cae tendremos acciones compradas a un precio superior que si hubiéramos vendido put pero si el mercado sube la rentabilidad obtenida será mayor.

Cuanto más alejada sea la fecha de vencimiento de las opciones mayor será la prima cobrada, pero también será más largo el período durante el que tendremos contraída la obligación de comprar las acciones (si hemos vendido put) o venderlas (si hemos vendido call).

Mientras tengamos las acciones en nuestro poder cobraremos los dividendos que paguen. Esto en teoría ya está reflejado en el precio de las call y de las put pero a veces no es así y supone un pequeño diferencial de rentabilidad adicional a favor de la alternativa de comprar acciones y vender call.

Esta estrategia es más rentable que las estrategias de “comprar y mantener” en mercados laterales y bajistas por los ingresos de las primas vendidas. En mercados alcistas, sin embargo, las estrategias de “comprar y mantener” son más rentables porque las call vendidas se ejercitan continuamente sacando al inversor del mercado, que tiene que recomprar a precios superiores o quedarse fuera del mercado.



Compra y venta a medio plazo


Básicamente consiste en comprar valores que creemos infravalorados y venderlos cuando consideremos que están sobrevalorados. El dividendo y los beneficios siguen siendo fundamentales. Requiere un conocimiento alto porque que no sólo hay que tomar las decisiones de compra de forma discrecional, sino que es necesario evaluar de forma regular las distintas alternativas y decidir si se cambian los valores que se tienen en cartera por otros, se siguen manteniendo o se venden para pasar a estar en liquidez.

Si la estrategia se ejecuta con éxito se obtendrá una revalorización del capital y unas rentas procedentes de los dividendos superiores a otras estrategias que estén en el mercado de forma permanente. Conseguirlo, sin embargo, es bastante complicado y requiere un mayor trabajo y conocimiento.
Para tomar las decisiones de compra y de venta se utilizan el análisis fundamental, el análisis técnico y las velas japonesas, preferiblemente de forma conjunta.

Cada operación tiene un objetivo temporal de medio plazo, entendiendo por tal entre 1 y 5 años aproximadamente.



Comprar a medio plazo y vender call


Esta estrategia es similar a la de Compra y venta a medio plazo. Ambas estrategias son muy similares. La única diferencia es que en esta se venden opciones call sobre las acciones que se tienen en cartera en los momentos en que el inversor estime oportuno, no de forma continua como en la estrategia de Vender puts y call sistemáticamente. La rentabilidad potencial de esta estrategia es mayor, pero su dificultad también lo es.
En esta estrategia las posiciones se mantienen, en principio, durante varios años.

La idea de la que surge esta estrategia es que aún en el caso de que se acierte con la compra y la empresa tenga una buena revalorización la cotización no va a subir en línea recta, sino que habrá momentos en que la cotización se estanque y/o retroceda. Si el inversor tiene la habilidad de vender las opciones call, sobre las acciones que tiene en cartera, en esos momentos de estancamiento y retroceso aumentará su rentabilidad por el ingreso de las primas call vendidas.

Siempre que se venden opciones call sobre las acciones que se tienen en cartera existe la posibilidad de que dichas opciones se ejerciten y se tengan que vender las opciones. En ese caso se puede volver a entrar en la misma empresa vendiendo opciones put o esperando un posterior retroceso, en caso de que se produzca.
Para decidir el momento de vender las opciones call debe utilizarse el análisis técnico y las velas japonesas.
Si la estrategia se ejecuta correctamente la rentabilidad será superior que la que se obtenga con la estrategia de Compra y venta a medio plazo por la rentabilidad añadida que suponen las primas de las opciones call vendidas. Pero se corre el riesgo de que las call sean ejercitadas cuando aún queda mucho tramo de la tendencia por recorrer y no se pueda o se sepa volver a entrar a precios inferiores para continuar con dicha tendencia. En ese caso la rentabilidad será más baja que si no se hubiesen vendido las opciones call porque el ingreso de las primas no compensaría el tramo de tendencia perdido.



Invertir en empresas pequeñas (Small Caps)


Las empresas pequeñas (Small Caps) pueden llevar un ritmo distinto al de los grandes índices. Es frecuente, incluso, que en años en que el conjunto de la Bolsa cae haya empresas pequeñas con revalorizaciones espectaculares. Estas revalorizaciones pueden deberse a la buena marcha del negocio de la empresa o a razones técnicas o especulativas. A todas las empresas les afecta la macroeconomía, pero las pequeñas empresas en ocasiones pueden estar más desligadas de la marcha del conjunto de la economía que las grandes.

Para tomar las decisiones de compra y venta pueden utilizarse tanto el análisis técnico y las velas japonesas como el análisis fundamental, aunque debe tenerse en cuenta que el análisis técnico está especialmente indicado para productos (acciones, bonos, futuros, etc.) muy líquidos y las pequeñas empresas suelen tener poca liquidez.

Esta estrategia tiene un riesgo alto porque es necesario un mayor conocimiento y tiempo de análisis de lo habitual. Muchas pequeñas empresas son seguidas por muy pocos o ningún analista y las propias empresas suelen publicar mucha menos información que las empresas grandes, todo lo cual dificulta el trabajo del inversor particular.

El atractivo es que las revalorizaciones que se obtengan pueden ser muy superiores a las que se obtendrían invirtiendo en índices o valores grandes.



Invertir en empresas cíclicas


Las empresas cíclicas tienen una volatilidad de cotizaciones y beneficios muy superior a las empresas estables como eléctricas o autopistas, por ejemplo.

Ejemplos típicos de empresas cíclicas son los fabricantes de automóviles, aerolíneas, acerías, papeleras, químicas, etc.

La estrategia consiste en comprar lo más cerca posible de la parte baja del ciclo y vender lo más cerca posible de la parte alta del ciclo, lo cual, por otra parte, es muy complicado y hace que esta estrategia tenga una dificultad bastante alta. En caso de tomar las decisiones correctas las rentabilidades serán muy elevadas.
Suele ser muy útil estudiar el sector en su conjunto desde el punto de vista fundamental en primer lugar. Por ejemplo, en el sector petrolero se analizarían variables como la demanda actual y prevista de petróleo en el mundo, las reservas estimadas y su evolución, la produccióm mundial de petróleo y su evolución, el precio del petróleo, la capacidad instalada de las refinerías de petróleo y su grado de utilización, etc.

Una vez estimado que las perspectivas del sector son favorables para los proximos años se analizarían mediante el análisis fundamental la empresas o empresas en que se estuviese interesado. El PER de las empresas cíclicas no funciona según la norma general. En las empresas cíclicas suele ser más rentable comprar cuando el PER es alto y vender cuando el PER es bajo. Esta aparente contradicción se explica de la siguiente forma; cuando el PER es alto suele ser porque los beneficios son muy bajos debido a que la empresa está en la parte baja del ciclo. En esos momentos la cotización cae, pero los beneficios suelen caer mucho más de forma que el PER aumenta. Y cuando se llega a la parte alta del ciclo los beneficios son muy altos pero la cotización sube mucho menos que los beneficios porque el mercado espera que antes o depues acabará el presente ciclo y comenzará la caída de beneficios. Lo anterior no es una regla universalmente válida, pero conviene tenerla presente al analizar empresas cíclicas.

Por último es conveniente decidir el momento preciso de la compra utilizando el análisis técnico y las velas japonesas.

El momento de la venta es similar, ya que consiste en analizar de la misma forma el sector y la empresa o empresas con las mismas herramientas, vendiendo en el momento en que se considere que el ciclo ha llegado a su madurez o está a punto de hacerlo y la empresa va a tener malos resultados en los siguientes años.



Invertir en sectores mediante índices


El inversor no invierte en empresas concretas sino en sectores enteros, utilizando ETF's o fondos de inversión.

La idea es comprar sectores infravalorados y venderlos cuando estén sobrevalorados, rotando de unos sectores a otros. Si en algún momento no se encuentra ningún sector infravalorado en que invertir se espera con el dinero en renta fija.

Primero debe analizarse el sector desde el punto de vista fundamental y después elegirse el momento de la compra, y de la venta, utilizando el análisis técnico y las velas japonesas.
La estrategia es arriesgada porque se concentra toda la inversión en un único sector, contraviniendo las normas básicas de la diversificación. Por eso hay que saber analizar muy bien todo tipo de sectores, lo cual no es fácil, para poder aplicar esta estrategia.

La base de esta estrategia es que en muchas ocasiones unos sectores están de moda, y por tanto sobrevalorados, mientras otros están infravalorados. Rotar de unos sectores a otros con acierto produce buenas rentabilidades.



Invertir en sectores a través de carteras de valores


Es una variante de la estrategia Invertir en sectores a través de índices. La diferencia está en que en lugar de invertir mediante ETF's o fondos de inversión se hace mediante una cartera de valores con las mejores empresas del sector, en lugar de con todas.

Las razones para invertir a través de carteras de valores son aprovechar las ventajas de invertir directamente en Bolsa sobre los ETF's o fondos de inversión y el hecho de que en un sector no todas las empresas son buenas. Si se invierte en un índice sectorial se compran todas las empresas del sector, buenas y malas, mientras que si se seleccionan sólo las mejores se evita destinar parte del dinero a las malas y aumenta la rentabilidad.

En caso de seleccionar correctamente los valores la rentabilidad será superior que si se ha invertido en todo el índice. El peligro, como es evidente, es que en lugar de seleccionar las mejores empresas se seleccionen las malas y/o las mediocres.

Por ello el riesgo de la estrategia es mayor que si se invierte en el sector a través de ETF's o fondos de inversión. Y también lo es su complejidad porque a todos los análisis que se realizan si se invierte en sectores a través de índices hay que añadir los análisis individuales de todas las empresas del sector para decidir qué empresas se compran y cuáles no.














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